VILLA LA ANGOSTURA (AVLA)
- Silenciosos, protectores, amables; los arrayanes que conforman el mítico
Bosque asistieron el viernes como invitados omnipresentes a la ceremonia de
inauguración de obras de infraestructura turística en el lugar, que significaron
una inversión cercana al millón y medio de pesos.
El nuevo circuito de
senderos, de estricta circulación, amplió de 500 a 800 metros el paseo, con
terrazas para el descanso y la contemplación. La casa de té restaurada y
redecorada en la intimidad de sus paredes de troncos. Y el muelle, restituido al
nivel de solidez y seguridad para un tránsito diario de miles de visitantes y el
amarre de embarcaciones de gran porte.
Todos esos trabajos,
más la recuperación de la cabaña del cuidador y el acondicionamiento de los
sanitarios, fueron oficialmente librados al uso público aunque, de hecho, los
contingentes de turistas nunca dejaron de llegar desde que comenzaron las
tareas, en diciembre de 2003. Por ello y también por la particular dificultad de
trasladar materiales, personal y herramientas a un sitio que es reliquia natural
mundial, la logística de las obras fue quizá lo más complicado (ver recuadro),
pero invisible en la fiesta que reunió a funcionarios nacionales, rionegrinos y
de municipios del sur neuquino. Estuvieron el secretario de Turismo de la
Nación, Enrique Meyer, y el presidente del directorio de Parques Nacionales,
Héctor Espina. No asistió, en cambio, autoridad alguna del nivel provincial de
Neuquén como sí lo hizo el vicegobernador rionegrino, Mario De Rege, el senador
Miguel Pichetto y la legisladora Marta Milesi, entre otros. (Ver apostillas)
Otras figuras, menos
conocidas, pero caras a la historia lugareña, como Werner Diem, primer hijo de
inmigrantes (alemanes) nacido en la península Quetrihué, o la bisnieta del
Perito Moreno, Adela Benites Moreno, respaldaron con su presencia la puesta en
valor por treinta años postergada. También Conrad Meier, descendiente de
pioneros, quien además tuvo a su cargo la reparación a nuevo del desembarcadero.
Mientras duraba la
travesía, desde el histórico muelle "Modesta Victoria", en el istmo de Quetrihúe,
a bordo del catamarán Futaleufú, "Río Negro" dialogó brevemente con el máximo
titular de Turismo.
-¿Cuál es su
impresión
acerca de lo que
se va a inaugurar?
Enrique Meyer: "Para
nosotros es una satisfacción ir, poco a poco, cumpliendo los objetivos que nos
habíamos fijado de posicionar a los Parques, tener una práctica transparente en
la recaudación y con ella seguir creciendo en obras; luego actualizar toda la
relación con los organismos: Banco Mundial, Banco Interamericano de Desarrollo
donde las exigencias, los tiempos, nos obligan a tener, rápidamente, equipos
especiales trabajando para poder cumplir los plazos y estamos muy entusiasmados
porque lo vamos logrando."
Héctor Espina,
presidente de Parques, fue interrogado a su turno acerca de la reacción que
podría tener el cuerpo de guardaparques (la parte más contestataria del
organismo) ante la ley, de trámite en el Congreso, que subordina a la APN a la
secretaría de Turismo.
"En realidad, no
cambia la situación actual -dijo-. Parques sigue siendo un organismo autárquico
con una dependencia funcional del Presidente de la Nación a través de la
Secretaría de Turismo. (...) Sentimos un acompañamiento del actual secretario de
Turismo en lo que no toca cuidar y no nos hemos sentido invadidos en ese
sentido.
- Pero convengamos
que el turismo es una actividad de impacto.
-Sí (pero) los
parques no son un lugar cerrado al desarrollo o que no tiene que tener un
compromiso con la creación de empleo. Esto implica, de algún modo cambiar
mentalidades, porque en un momento la idea era que en Parques no se puede hacer
absolutamente nada; a los pobladores antiguos hay que expulsarlos o los pueblos
originarios deben vivir lo peor posible, así se van. Esto fue una mentalidad que
en algún momento imperó. No coincidimos éticamente con este planteo.
Profesionales y obreros de muy cerca
VILLA LA ANGOSTURA (AVLA)
- Empresas y profesionales angosturenses tuvieron a su cargo la ejecución de la
totalidad de las obras inauguradas en el Bosque de Arrayanes. Con un monto
global de un millón quinientos mil pesos, los trabajos abarcaron, básicamente
tres diferentes sectores.
Por un lado, la
responsabilidad de la empresa concesionaria del Bosque y propietaria del
catamarán Futaleufú: Greenleaf, que encaró la reparación integral del muelle, la
restauración de la Casa de Té, la vivienda del cuidador y el acondicionamiento
de los sanitarios que deben satisfacer la demanda de miles de visitantes diarios
en la alta temporada. La empresaria cordobesa Marcela Santini de Burton sólo
tuvo palabras de agradecimiento para con Parques, el municipio y su propio
personal. Destacó "la conjunción del esfuerzo público y privado y la firmeza (de
la APN) en el contralor del cumplimiento de nuestra obligaciones".
Los nuevos senderos,
que llevaron el paseo entre centenarios ejemplares de arrayanes, de unos 500
metros a 800, fueron tendidos por la firma Benvenutti Construcciones que ganó
oportunamente la licitación de Parques Nacionales, de financiamiento
internacional.
El arquitecto local
Fabio Huarte, supervisó para el organismo nacional, la calidad y marcha de las
tareas. El plazo original de las obras preveía su fin en junio pasado, pero
luego por cuestiones climáticas hubo ampliaciones. El último adicional deberá
estar terminado el 27 del corriente, antes del lanzamiento de la temporada
estival.
De todos modos, los
caminos, de tablas de pino asentadas sobre una estructura de perfiles
galvanizados, están terminados, igual que las barandas, pensadas tanto para la
seguridad de los turistas como para el resguardo de los arrayanes.
La senda fue reducida
a un ancho de dos metros, en comparación con los tres históricos; esto para
reducir el impacto de la carga ambiental sobre el bosque.
Fuente: Diario de Rio Negro
Fecha: 2004-11-07